Nuestra historia

Sonja Fondatrice de Sia

La flor decorativa: el buque insignia de la marca SIA 

En el origen de la mundialmente famosa marca de flores artificiales, hay una mujer. El nombre SIA es un acrónimo de las iniciales del fundador, Sonja Ingegerd Andersson. La historia comienza en su cocina, en Suecia, donde hace flores a mano y las recorta en papel de seda. Era 1963, en pleno movimiento Flower Power. La revista femenina "Femina" publicó sus creaciones y fue un éxito inmediato. Los pedidos llegaban a la pequeña casa de Lustgarden, que se convirtió en un taller donde todo el pueblo cortaba, doblaba y enviaba por correo flores que se abrían en corolas multicolores. A la casa había que añadirle dependencias, la mitad de la gente del pueblo trabajaba allí, pero Sonja ya había salido para otras creaciones: jarrones, batiks, vajillas, objetos de decoración, pequeños muebles, candelabros, velas...

 

Enseigne Sia

 

SIA, una marca mundialmente conocida 

Hoy somos una marca internacional, con presencia en tiendas de todo el mundo. SIA es una referencia mundial en flores decorativas, pero también se ha expandido con éxito en el mundo de la decoración con, naturalmente, jarrones, pero también velas, fotóforos, muebles, vajillas, iluminación, marcos y accesorios decorativos. La ambición de SIA es ofrecer una gama muy amplia de accesorios de decoración de calidad para que cada interior sea único. 

Bannière fleurs blanches sia

Les engagements de SIA 

Notre marque développe une nouvelle gamme d’emballages recyclables, ramène progressivement sa production vers l’Europe pour diminuer l’empreinte énergétique et améliorer la qualité de notre offre.

Concernant la fabrication de nos produits, tous les fournisseurs sont soumis à un contrôle rigoureux sur des critères techniques, sociaux et environnementaux. Les produits viennent essentiellement des régions suivantes : Chine, Inde et Union Européenne (Portugal, Pologne, Roumanie). Les Chinois, et dans une moindre mesure les Thaïlandais, possèdent un véritable savoir-faire dans la fabrication de fleurs décoratives. Chaque produit fait l’objet d’un processus de fabrication particulier, totalement artisanal : les tiges sont formées dans de petits moules, les fleurs découpées dans la soie et traitées pour que le toucher soit le plus naturel possible, puis peintes à la main pour que chacune soit différente. C'est ce savoir-faire qui explique le réalisme du rendu et les infinis détails qui font de chaque fleur une pièce unique.